lunes, 6 de abril de 2020

Corrientes de filosofía de la educación II / Unidad 1 / 2020-2 / A distancia




UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
SISTEMA DE UNIVERSIDAD ABIERTA Y EDUCACIÓN A DISTANCIA






CORRIENTES DE FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN II






ASIGNATURA ACTUALIZADA POR:

PROFESORA BELINDA M. ORTIZ SALAZAR
PROFESOR JORGE ALBERTO REYES LÓPEZ
PROFESORA MARIANA BALZARETTI MARTÍNEZ


Versión última: 29de abril de 2019





UNIDAD 1
Vitalismo, Espiritualismo e Historicismo

Justificación
El vitalismo acontece en el siglo XIX. El nombre hace referencia a aquello que interesa, de manera fundamental, a los representantes de esta corriente: la vida. Para ellos, la vida no puede ser reducida a fenómenos físicos, químicos o biológicos; la vida es más que eso.
Para algunos vitalistas, la vida puede ser entendida como un fenómeno espiritual que no puede ser comprendido a través de la ciencia, pues la vida se caracteriza por ser una fuerza arrasadora e infinita, más allá de los límites de la razón.
El filósofo que vamos a estudiar en esta unidad, como uno de los representantes del vitalismo, es Friedrich Nietzsche, aunque cabe aclarar que Henri Bergson y José Ortega y Gasset, a quienes vamos a revisar en esta unidad, también han sido considerados como vitalistas. Nietzsche fue un filósofo ateo, uno de los más grandes críticos del cristianismo y Henri Bergson fue un filósofo creyente.
F. W. Nietzsche nació en Röcken en 1844 y murió en Weimar en 1900. Está considerado como uno de los más grandes críticos de la religión (específicamente del cristianismo), de la filosofía clásica griega, de los valores tradiciones, entre otras cosas. Sus estudios universitarios los realizó en la Universidad de Bonn; estudió teología y filología clásica. Después se trasladó a Leipzig para continuar con sus estudios de filología. A los 24 años fue nombrado profesor en la Universidad de Basilea.  Tuvo que abandonar la academia, debido a la polémica que suscitaron algunas de sus obras. Su vida transcurrió entre distintos países europeos, aquejado por la enfermedad y produciendo grandes pensamientos.
Nietzsche está en contra de considerar a la verdad y la falsedad como términos opuestos. Lo verdadero no es una categoría que deba asignarse a la realidad, sino que es un valor que produce el sujeto que conoce a sus propios conocimientos. La ciencia no nos permite acceder a la realidad tal y como ella es; esto no quiere decir que Nietzsche esté en contra del pensamiento científico, está en contra de sostener que la realidad se comporta de manera regular, constante y mecánica. Este filósofo cuestiona que la razón nos permita entender al mundo; le da, por otra parte, un lugar muy importante a la percepción y a la intuición.
Para Nietzsche el hombre debe ser superado y es por ello que afirma que debe tender hacia el superhombre. El superhombre es el individuo que ama la vida, que le da un sentido distinto al mundo, que rompe las cadenas que lo han sometido, ama la tierra, se ha liberado de los antiguos valores, es autónomo, es voluntad de poder, es un ser creativo, orgulloso, dionisíaco (fuerza instintiva, salud, embriaguez, creatividad, sensualidad).
La voluntad de poder es voluntad de vida, afirmación de la vida; “capacidad de ir más allá de uno mismo por medio de la creación y el júbilo que a veces destruye para inventar luego mejor”.[1]
Por otro lado, el eterno tiene que ver con una visión circular del tiempo, todo pasa y todo vuelve de manera infinita.
Nietzsche propone una transmutación de los valores, es decir, nuevos valores que asumirá el superhombre; está en contra de valores como el amor al prójimo, la humildad, la compasión, la igualdad, la debilidad; Nietzsche promueve la fuerza, la autonomía, la creatividad, la pasión, la vitalidad, la energía, entre otras cosas.
Nietzsche fue una gran crítico de la Alemania de su tiempo, renunció a su nacionalidad y adquirió la nacionalidad suiza; por otro lado fue un gran crítico del Estado y su concepción del “superhombre” no debe ser interpretada como una postura racista, al contrario, el superhombre tiene que ver con la idea de que el hombre debe afirmar la vida, debe ser fuerte, debe ser autónomo y feliz.
El espiritualismo es una tendencia filosófica que puede rastrearse ya en Grecia; sin embargo el espiritualismo que nos interesa es el que acontece en el siglo XIX y, específicamente, vamos a trabajar el espiritualismo francés, cuyos máximos representantes son E. Boutrox, F. Ravaisson, Ch. Renouvier, J. Lachelier y H. Bergson.

Bergson de joven se sintió muy atraído por las ciencias, especialmente, por las matemáticas. Sin embargo, en algún momento se percató de que las ciencias no podían ser las herramientas para explicar a la realidad tal y como ella es. El espiritualismo, en general, es una corriente que se opone al positivismo y a la postura que afirma que la ciencia es el saber que permite comprender la realidad. Para los espiritualistas el mundo es cambio, variedad, creación constante, movimiento. La ciencia y, en particular, la razón, tienden a paralizar a su objeto y es por ello que no aprehenden a la realidad en toda su riqueza. Esto no quiere decir que los espiritualistas rechacen o desprecien a las ciencias y a la razón, sino que pretenden limitar su ámbito.

Para los espiritualistas es muy importante la intuición, como forma de aprehensión de la realidad.

Bergson sostiene que la realidad es “élan vital”; los espiritualistas tienen una noción del tiempo no lineal, ni matemático; Bergson habla de “duración”, en contraposición al tiempo matemático. Finalmente, Bergson se pronuncia a favor de una moralidad abierta y una religiosidad mística, ambas fundadas en el amor.

El historicismo es una corriente filosófica e historiográfica que se da en el siglo XIX y en el XX.  El historicismo nace como una reacción a la Ilustración y a la idea de progreso, a la idea de que la historia se somete a “valores trascendentes que la juzgaban”.[2]  Esta corriente pretendió darle autonomía a la historia; sostuvo que el objeto de la historia es “la vida humana en su totalidad y su multiplicidad. Considera que los conceptos abstractos empleados por la filosofía no son adecuados para aprehender las realidades concretas de la historia e intenta abordar el pasado no ya en términos de comparación, sino desde sí mismas. La tarea de la historia no es ya búsqueda de leyes y principios, sino comprender hasta donde sea posible, la infinita variedad de formas históricas inmersas en los acontecimientos. El pasado no es ya algo separado de nosotros …, es lo que nos constituye, en nuestro pasado.”[3]

El historicismo tiene una concepción muy peculiar del tiempo, de la historia, de la vida, del mundo, pues no está de acuerdo en concebir al tiempo como un suceder lineal en el que no hay conexión entre presente, pasado y futuro, sino como un flujo en el que estas distintas temporalidades “se tocan”, están entrelazadas; no tendría sentido el presente sin un pasado que lo genera, ni un futuro sin un pasado y un presente que lo proyectan. En este sentido la historia no es la narración del pasado, ni el dejar constancia de algo que sucedió, sino entender cómo lo que aconteció provoca lo que sucede en este momento y construye el presente, así como también va dando lugar a lo que sucederá.

Por otro lado, Fritz Wagner[4] afirma que el historicismo tomó en cuenta las vivencias, las experiencias internas, así como sus interrelaciones y consecuencias, para construir la “realidad histórica”.

Algunos de los principales representantes del historicismo son Wilhem Dilthey (1833-1911), Oswald Spengler (1880-1936) y José Ortega y Gasset (1883-1955). Los dos primeros nacieron en Alemania, el último en España. Son estos personajes los que estudiaremos en este tema.


Bibliografía complementaria:


      García, M. (1988) “El vitalismo” en Historia de la filosofía. México: Editorial Alambra Mexicana, 409 p. (pp. 308-309)
      INCIARTE, E. (elaborador de la Antología) Ortega y Gasset: Una educación para la vida. México, SEP, Ediciones El Caballito. 1986. P.p. 9-27 y 4|-48 y 63-76
      NIETZSCHE, F. Sobre el porvenir de nuestras escuelas. 2ª.- ed. Barcelona, Ed. Tusquets, 1980. P.p. 97-123.
      PALACIOS, JESUS. La cuestión escolar. 3ª.- ed. Barcelona, LAIA, 1981. (Col. Papel 45, psicopedagogía). 668 p. P.p. 54-66.
      PALAZÓN, R. M. “Historicismo e historicidad” en VILLEGAS, A. (coord.). Las humanidades en el siglo XX. México, UNAM. P.p. 61-78.
      XIRAU, R. “El espiritualismo contemporáneo” en VILLEGAS, A. (coord.) Las humanidades en el siglo XX. UNAM. P.p. 15-22.
      XIRAU, R. “El espiritualismo contemporáneo” en VILLEGAS, A. (coord.) Las humanidades en el siglo XX. UNAM. P.p. 23-34.


Justificación de la actividad:

Al realizar un mapa conceptual del tema se trabaja con el aprendizaje de manera organizada y se jerarquizan conceptos claves que permiten una detección rápida de los contenidos de aprendizaje.
El resumen nos permite reducir términos de los más esencial de la materia. La capacidad de resumir depende de la capacidad de comprender con lo más relevante.
El cuadro sinóptico nos permite resumir y organizar las ideas de temas, subtemas y conceptos. Sirve para identificar la información para importante y comprender mejor.


Justificación de la actividades:

Al realizar un mapa conceptual del tema se trabaja con el aprendizaje de manera organizada y se jerarquizan conceptos claves que permiten una detección rápida de los contenidos de aprendizaje.
El resumen nos permite reducir términos de los más esencial de la materia. La capacidad de resumir depende de la capacidad de comprender con lo más relevante.
Con el análisis educativo podemos dilucidar la propuesta del autor en relación directa con su corriente filosófica, para enmarcarla en una aproximación sobre cómo se lleva a cabo la formación, su importancia y elementos centrales que dan organización y sentido  a un proyecto educativo viable.
 La participación en foro nos permite reflexionar sobre la importancia de la corriente en los problemas educativos actuales.

Actividad 1.  Vitalismo:Nietzsche

Realizar el análisis educativo de los textos de Friedrich Nietzsche. Schopenhauer como educador. Madrid, Biblioteca Nueva, 2000. Friedrich Nietzsche. “Tercera conferencia” en Sobre el porvenir de nuestras escuelas. 2.- ed. Barcelona, Tusquets, 1980. P.p. 97-123. La idea de educación      en Friedrich Nietzsche (valor 9 puntos)

Análisis educativo:
  1. ¿Cuál es el concepto de educación?
  2. ¿Cuáles son los objetivos generales y particulares?
  3. ¿Cuál es la justificación?
  4. ¿Cuál es el método?
  5. ¿Cuáles son los procesos que deben llevarse a cabo?
  6. ¿Cuáles son los valores morales implicados en la teoría?


Actividad 2.  Espiritualismo: Bergson

Presentar un mapa conceptual, un cuadro sinóptico o un resumen sobre el  Espiritualismo a partir de las lecturas de la Antología y de Inés Riego de Moine. “Recordando a Henri Bergson: una conexión necesaria entre mística, moral y filosofía” en Veritas. Revista de Filosofía y Teología, vol. III, núm. 19, septiembre, 2008, pp. 293-329 Pontificio Seminario Mayor San Rafael Valparaíso, Chile, en http://www.redalyc.org/pdf/2911/291122940005.pdf


Actividad 3.  Espiritualismo: Ferriére

4.1  Realizar el análisis educativo de la propuesta educativa de Ferriére, a partir de las lecturas de los textos: Adolphe Ferriére.  Conferencias dictadas por el Doctor Adolfo Ferriere al profesorado de Santiago. República de Chile, Publicaciones de la Sección Pedagógica y de Perfeccionamiento del Personal, 1930 en https://www.bcn.cl/obtienearchivo?id=documentos/10221.1/35786/1/190276.pdf Jesús Palacios.  La cuestión escolar. 3ª.- ed. Barcelona, LAIA, 1981. (Col. Papel 45, psicopedagogía). 668 p. P.p. 54-66.

Análisis educativo:
  1. ¿Cuál es el concepto de educación?
  2. ¿Cuáles son los objetivos generales y particulares?
  3. ¿Cuál es la justificación?
  4. ¿Cuál es el método?
  5. ¿Cuáles son los procesos que deben llevarse a cabo?
  6. ¿Cuáles son los valores morales implicados en la teoría?

Actividad 4. Historicismo: Ortega y Gasset

Realizar el análisis educativo de la propuesta educativa de Ortega y Gasset, a partir de la lectura del texto "La pedagogía social como problema político")(Tomo Obras Completas, p. 503).
Análisis educativo:

  1. ¿Cuál es el concepto de educación?
  2. ¿Cuáles son los objetivos generales y particulares?
  3. ¿Cuál es la justificación?
  4. ¿Cuál es el método?
  5. ¿Cuáles son los procesos que deben llevarse a cabo?
  6. ¿Cuáles son los valores morales implicados en la teoría?

No hay comentarios: